sábado, 27 de abril de 2013

El sordo y el ciego.



Otros ejemplos se dan en Marcos en las perícopas del sordo (Me 7,32-37) y del ciego (8,22b-26), personajes que son figura de los discípulos: el sordo es el que tiene un obstáculo que le impide oír, el ciego, el que tiene un obstáculo que le impide ver. El obstáculo es en ambos casos la ideología nacionalista, que impide el amor universal. La liberación de esa esclavitud interior se expresa en cada caso aludiendo a un texto del AT que habla de un éxodo; para el sordo, a Is 35,6 (éxodo de Babilonia); para el ciego, a J r 31,32 (éxodo de Egipto).

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