La libertad
de opción se da por supuesta en los evangelios; en ella se basa la exhortación
a la enmienda (metánoia) que hace Juan Bautista a las masas judías. El
hombre está atado por su conducta injusta; la única salida es la rectificación
de esa conducta mediante una nueva opción (arrepentimiento o enmienda). Esta, según
Juan Bautista, obtiene el perdón de Dios (Me 1,4, con bautismo de agua); la
rectificación está implícita en la adhesión a Jesús y obtiene el perdón
inmediato (Mc 2,5, sin bautismo de agua). Jesús libera al hombre del pasado que
lo paraliza, para que el pasado no condicione el presente y pueda haber un
nuevo principio, una nueva oportunidad.
En
Jesús, el uso de la libertad, que expresa su amor, está dirigido en primer
lugar a liberar al hombre de todas las cadenas que lo esclavizan impidiéndole
ser él mismo y desarrollarse. Jesús quiere para los otros la misma libertad que
él tiene.
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